¿Te has preguntado alguna vez por qué a la menstruación le llamamos “regla”? Su origen etimológico es “medir”, y nos indica la visión de la llegada de la sangre menstrual como instrumento de medición.
Somos cíclicas: estamos en constante cambio y transformación. Ser conscientes de las etapas por las que vivimos nos tiene que permitir aprovechar nuestros mejores momentos, comprendernos en nuestras debilidades y entender qué necesita nuestro cuerpo en cada momento.
Conocer nuestros ciclos menstruales para entender, aceptar y respetar los cambios que vivimos cada mes.
Desde Nur reivindicamos volver a conectarnos con la naturaleza, y reconocer nuestra relación astrológica. Profundizar con nosotras mismas y recuperar la conexión con nuestro cuerpo, no solo habitar en él.
La influencia de la luna en la mujer
El registro lunar de cada mujer es una práctica de tradición ancestral: lleva enraizada a nuestra consciencia de mujer desde la prehistoria, donde nuestras antepasadas idearon los primeros calendarios lunares y midieron matemáticamente los ciclos menstruales.
Antiguamente, el ritmo natural de las mujeres era menstruar con la luna nueva y ovular con luna llena; pero la desconexión con la naturaleza característica de nuestra sociedad, la luz artificial, etc. han hecho que perdamos esta sensibilidad, y nuestro ritmo biológico se ha visto alterado.
El ciclo lunar dura en promedio 29 días y el nuestro, entre 25 y 38. ¿Una simple coincidencia?
Nuestros ciclos se conectan al igual que las cuatro fases lunares: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante.
Fase 1: la menstruación. Luna Nueva.
El momento natural de la menstruación y la purificación. Ésta es nuestra etapa de reflexión e introspección, donde nuestro cuerpo está mucho más sensible y nos permite conectarnos con él de forma especial.
El sangrado dura entre unos 2 y 7 días; y es nuestro momento de descanso, de reciclar energía para descansar y de reponer energía para comenzar la nueva fase con máxima vitalidad.
Fase 2: la preovulación. Luna Creciente.
Con la preolulación llega una etapa de renovación y recuperación de la energía vital en su máximo esplendor. Nuestras emociones están más estables y nos sentimos mucho más activas en pleno crecimiento, como la luna.
Es nuestro momento de creatividad, de dinamismo y alegría.
Fase 3: la ovulación. Luna Llena.
Con la luna llena llega nuestra fase fértil, en diferentes aspectos, tanto en cuanto a familia, como en todos los proyectos de nuestra vida. Aumenta nuestra seguridad y autoestima, y nos sentimos más expresivas, empáticas y sociables.
La ovulación acostumbra a durar 5 días, en los que sentimos una gran conexión con nuestra espiritualidad.
Fase 4: la premenstruación. Luna Menguante.
Empieza el síndrome premenstrual, nuestra energía física disminuye y empieza una mirada hacia nuestro interior. Es el momento de la fusión de emociones: de pronto nos sentimos creativas y alegres, como vivimos instantes de frustración y confusión.
Es el momento de crecimiento personal y de buscar nuestras necesidades, nuestros miedos y deseos.
Diagrama lunar Nur
Un año más, desde Nur te regalamos el diagrama lunar anual para que descubras y seas consciente de la influencia de la luna en tu vida, y puedas conocer cómo interactúan las diferentes fases con tus cambios hormonales.
Descarga aquí tu calendario lunar 2020.