¿La menopausia es una enfermedad?
Hoy he consultado la entrada “menopausia” en Wikipedia y se me han puesto los pelos de
punta: Atrofia ovárica, hiperfunciones hormonal, sofocos, osteoporosis, artrosis, vaginitis,
disminución del deseo sexual, cambios psicológicos que pueden conducir a la depresión,
ansiedad, irritabilidad, insomnio… La lista de dolores y males asociados es interminable, se
plantea la menopausia como si se tratara de una enfermedad.
La vivo con harmonía, apertura y alegría
Doy las gracias por no haber leído este texto cuando entré en la menopausia porque me he
ahorrado tener que vivirla y verla desde esta perspectiva tan cerrada, estrecha y enfermiza.
Para mí el proceso ha sido a la inversa. La he vivido y sigo viviéndola sin sentimientos de
fracaso, sin juzgarme ni culparme; la vivo con harmonía, apertura y alegría, sintiendo cada día,
en mis adentros, la sensación de primavera. Cuando todo florece, cuando todo crece, es tan
bonito y tiene tanta fuerza que no se puede quedar dentro de una misma. Hay que dejarlo
emerger, dejarlo salir hacia fuera para poder compartirlo con el mundo exterior, sobretodo
con otras mujeres.
Cuando entré en la menopausia, me sentía como si hubiera cruzado un umbral. Dejaba atrás el
vivir con tantas prisas, preocupada, intentando responder a las expectativas de los demás y
pendiente de lo que digan, piensen o hagan otras personas. Ahora es diferente: yo hago, yo
digo y yo pienso lo que me nace de dentro.
Con la llegada de la menopausia
Hemos dedicado la vida a ser madres, trabajadoras, buscadoras… Con la llegada de la
menopausia las mujeres dejamos de buscar hacia afuera porque encontramos la mujer que
somos –esta mujer oculta, en su mayor parte desconocida- en nosotras mismas. Es el
momento de despertar la consciencia profunda de nuestra existencia. De saber quién somos
en realidad, como mujeres y como seres humanos.
La menopausia, para mí, es una explosión, un estallido en el cual la visión de la vida se expande
y se dilata. En este momento, la experiencia de vivir pasa a tener un sentido mucho más
amplio que va más allá de lo personal y familiar. Se trata de una experiencia sagrada de vida
que nos conduce a la plenitud.
La menopausia no es el final
La menopausia es el momento en el que encajan todas las piezas del rompecabezas vital,
encontramos nuestra auténtica vida. Nace la nueva presencia y conseguimos comunicarnos de
dentro hacia fuera. Nos inundamos de amor.
Durante la menopausia, las mujeres velamos por la vida, a menudo con firmeza y dedicación.
Hace poco escribí estas palabras:
Cuando ya no sangras,
ejerce la responsabilidad de transmitir
las Enseñanzas Sagradas
sobre la Vida y el Amor.
La menopausia no es el final, es el principio de una vida llena de conexión con el Todo.
Dolors Navarro