El ciclo menstrual es habitualmente de unos 28 días, pero se considera normal que dure entre 21 y 35 días. La menstruación es la parte del ciclo menstrual en la que se produce el sangrado y suele durar entre 3 y 7 días. La cantidad de flujo menstrual que se pierde por período varía muchísimo de mujer a mujer, pudiendo ir de tan sólo 9 g a más de 350 g. La cantidad media, sin embargo, es de unos 70-80 g, lo que equivale aproximada-mente al volumen de una taza de té.
La cantidad de flujo también varía de un día a otro, siendo mayor al comienzo del período que al final. De hecho, el 90% del fluido se emite durante los primeros 3 días de la mens-truación.
Socialmente, la menstruación todavía es la etapa del ciclo hormonal femenino más despreciada, se llega a tratar como si fuera una indisposición o enfermedad transitoria; sin embargo, cada día hay más personas que desean enfocar el proceso desde una concepción integral y entender los cambios del cuerpo femenino como un vínculo a la naturaleza, una oportunidad al conocimiento del propio funcionamiento psíquico, físico y emocional.
Si aprendemos a conocer, escuchar y respetar el ritmo de los ciclos naturales lograremos vivir en armonía, salud y equilibrio; si en cambio forzamos el cuerpo y la mente a obviar su propia naturaleza, generaremos malestar y enfermedades. De hecho, muchos trastornos menstruales sin causa aparente obedecen al ritmo acelerado de la vida actual, lo que común-mente llamamos estrés.
En términos generales, la mujer sufre estrés porque no ha aprendido a ser ella misma. El rol de la mujer en nuestra sociedad occidental nos impulsa a negar el sentido más profundo de la feminidad, a favor de patrones sociales de comportamiento, apariencia y participación en el trabajo o familia que priman valores exteriores (“vivir hacia fuera”, vivir en función de tu pareja, de tu familia, de tu empleo…), relegando a segundo plano nuestros ricos procesos interiores: físicos, emocionales y mentales. Olvidando que justamente ahí es donde reside todo nuestro potencial creativo.
Los procesos fisiológicos del ciclo menstrual
El ciclo menstrual puede dividirse en cuatro fases:
- La fase menstrual: En esta etapa la matriz se desprende de su revestimiento.
- La fase preovulatoria: Durante esta fase los folículos ováricos madurando.
- La fase ovulatoria: En este momento el ovario desprende un óvulo maduro.
- La fase premenstrual: Durante estos días bajan los niveles de estrógenos y progesterona.
La medicina convencional (desde un enfoque masculino) tiende a sobrevalorar la fase “reproductiva” del ciclo (la ovulación) y suele ver a la mujer fundamentalmente como criadora, despreciando así la faceta menstrual.

Síndrome Premenstrual (SPM)
Unos días antes de la menstruación aumenta el estrógeno, y afecta a los neurotransmisores que son mensajeros químicos. Esto favorece el aumento de la adrenalina y la Noradrenalina, produciéndose un aumento de la ansiedad y la irritabilidad. Disminuye la serotonina y la dopamina.
Menorragia o períodos excesivos
No es muy sencillo decir qué cantidad de sangre es normal que baje. Se debe tener presente si se empapan las compresas grandes, si se manchan las sábanas por la noche o la ropa.Los períodos excesivos pueden responder a desequilibrios hormonales, al uso de los DIU, a la existencia de fibromas o pólipos, la endometriosis, o a la obesidad.Las pérdidas excesivas sin causas aparentes se denominan “hemorragias uterinas por disfunción” y suelen ir acompañadas de ciclos sin ovulación. Ocurren generalmente en las primeras etapas de la menstruación o a partir de los 35 años.
Descartada la posibilidad de un problema serio de salud, los períodos excesivos pueden deberse a falta de hierro, zinc, vitamina B y especialmente a la B6 y A.
La menopausia
Menopausia significa el fin de los períodos menstruales. Puede darse desde antes de los cuarenta años (menopausia prematura) o tan tarde como a los sesenta. Lo considerado normal es a partir de los cincuenta años.La menopausia es una etapa normal de la vida. Es el final de un ciclo que comenzó en los albores de la juventud. Lo que ocurre es que se ha hablado y creado tanta fantasía a su alrededor que la ha convertido casi en una enfermedad, en un padecimiento. Todo en la vida tiene un principio y un fin, la menopausia es el fin de un ciclo y puede ocasionar ciertos inconvenientes por los cambios hormonales que se dan en el organismo, pero la mayoría tienen más que ver con la parte emocional, más que con la fisiológica. Esto no significa negar su existencia, simplemente es aceptarla y transitarla como tal permitiéndose vivirla y no padeciéndola.Los cambios hormonales previos a la menopausia pueden producir hinchazón en el cuerpo por retención de líquido. Se producen a veces olvidos, sensación de torpeza, inmensa necesidad de comer cosas dulces y “ricas”. Es frecuente sentir tristeza, depresión, irritabilidad e hipersensibilidad. Seguramente una óptica diferente y una educación desde pequeñas que permita aceptar los cambios físicos, y por ende psíquicos, como etapas normales de la vida, evitarían tan amplia gama de síntomas.El cambio hormonal propio de la menopausia puede producir sequedad vaginal, que torna más dolorosas las relaciones sexuales, excesos de calor, sudoración nocturna, piel seca, calambres, venas varicosas, senos sensibles y doloridos, dolores en las articulaciones, ansiedad, depresión y osteoporosis.
Judith Serra
Vengo de un mundo de construcciones sociales. Estudié trabajo social y sociología aunque mi infancia ha estado influenciada por el naturismo y la teosofía.